Moscú/Kiev (EFE) .- Ucrania atacó hoy por segundo día consecutivo la Flota rusa del Mar Negro y la península de Crimea, anexionada por Rusia, tras dejar fuera de combate la víspera dos barcos de la Armada enemiga en un astillero de Sebastopol.
Mientras, en el frente, las tropas rusas ejercen una “defensa activa” en el este y sur del territorio ucraniano.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia, alrededor de las 02:00 GMT las Fuerzas Armadas de Ucrania “intentaron atacar al patrullero de la Flota del Mar Negro Serguéi Kótov en el mar Negro con cinco embarcaciones navales no tripuladas”.
El departamento que dirige Serguéi Shoigú aseguró que se repelió el ataque y que las cinco lanchas fueron destruidos por el fuego de las armas del patrullero.
Media hora después, añadió, el Ejército ruso “detuvo un intento” de Kiev “de llevar a cabo un ataque terrorista con drones” contra el territorio crimeo.
De acuerdo con la versión de Moscú, las defensas antiaéreas destruyeron en total 11 vehículos aéreos no tripulados sobre la anexionada península.
Por su parte, medios ucranianos informaron de explosiones en la ciudad de Eupatoria, en el oeste de Crimea, donde están desplegadas varias unidades militares y en cuya cercanía se encuentra el aeródromo militar de Saka.
Rusia lanza más de veinte drones contra el sur de Ucrania
Unas horas antes de estos ataques, Rusia lanzaba contra territorio ucraniano una veintena de drones kamikaze iraníes Shahed, de los que 17 fueron destruidos por las defensas antiaéreas de Ucrania, según la Fuerza Aérea de este país.
El ataque activó las sirenas antiaéreas en los óblasts (provincias) ucranianos de Miloláyiv y Jersón, en el sur, y en los de Dnipropetrovsk y Zaporiyia (sureste).
Rusia ataca a diario pueblos y ciudades ucranianas con drones Shahed, unos aparatos no tripulados que adquiere de Irán y que, según la inteligencia ucraniana, habría empezado a ensamblar en el mismo territorio de la Federación Rusa.
Los shaheds son relativamente baratos de fabricar y son utilizados a menudo por Rusia para agotar munición de defensa enemiga más costosa.
Algunos de estos drones alcanzan su objetivo y destruyen infraestructuras ucranianas.