José Carlos Rodríguez
Santiago de Compostela EFE).- Martín Mondragón, más conocido como Mondra, ha vivido en tan solo un año y con apenas varios ‘singles’ un ascenso meteórico. Con 23 conciertos ya a sus espaldas lanza “ARDĒN”, su primer álbum, en el que invita a crear un espacio “imaginario” que saluda al amor libre y a los afectos, con la folía “como máximo exponente” y la música tradicional como principal fuente de inspiración.
Natural de Teo (A Coruña) y con tan solo 23 años, Martín estuvo siempre vinculado al mundo de la música tradicional, al igual que a la danza y al teatro. De Martín pasó a ser Mondra tras presentar su Trabajo de Fin de Grado en Comunicación Audiovisual, que consistía en la producción musical y la creación del videoclip del tema “Aghrúuu”.
A este tema le siguieron “Saco de Pulgas”, “Beijos de LK” o “Punheta”, todos compuestos junto al músico Berto, que comenzaron a captar la atención del público y a sonar en diferentes bares y pubs por toda Galicia para posteriormente ser llevados al directo en diferentes conciertos y festivales este verano.
“La gente ha confiado en mí por tres singles”, afirma Mondra en una entrevista con Efe, consciente, pero tranquilo, del “vértigo” que supone la gran acogida que han tenido sus canciones.
Un proyecto “propio”
Compagina su proyecto con su participación como bailarín en la compañía de danza de Fran Sieira y con su labor como docente de baile y música tradicional en diferentes centros de Compostela. Sin embargo, Mondra asegura que está centrado en crear su proyecto “propio”, un “universo musical” que arranca con la producción de su primer disco, titulado “ARDĒN”, disponible a partir del próximo 20 de septiembre.
En un año, Mondra ha ido configurando su primer trabajo rodeado de un equipo creativo “muy grande”, puesto que para él es importante generar una “experiencia” en la que la música confluya también con el aspecto visual y performativo.
Así lo ha demostrado en los 23 conciertos que ha dado por toda Galicia de abril a septiembre y que culminará con la presentación oficial de “ARDĒN” en la Sala Capitol, en Santiago de Compostela, el 29 de septiembre.
“No he tenido mucho tiempo de reacción. Puse mucho esfuerzo creativo y económico y ha sido una apuesta a todos los niveles. A veces un año parece poco tiempo pero también son muchos días, muchas horas trabajando en esto”, señala el músico.
Reivindicar los cuidados
Su disco gira alrededor de la idea de generar un “espacio imaginario” bajo el nombre de “ARDĒN”, un lugar que acoge el amor libre, los cuidados y los afectos y en el que viven las “ardentes”, a pesar de hay personas que “no nos quieren libres”.
“Es una manera de hacer un símil, con cierto componente de discurso político, de las cosas que a mí me molestan del mundo en el que vivimos. Existe gente que no nos quiere libres y ahí es donde hacemos la reflexión y la reivindicación constante. Hay un discurso desde los cuidados, que lucha contra el heteropatriarcado constantemente”, explica Mondra.
Para el artista “todo está politizado”; más desde el momento en el que compone temas que le identifican y hablan de sus propias experiencias y vivencias: “Todo nace de que yo canto pero también cuento, y cuento lo que me pasa en mi vida”, asegura.
Sin ser un propósito previo, afirma haberse sentido “muy bien acogido” por la comunidad LGTBI y por las generaciones más jóvenes: “Hablo desde lo que soy y por tanto me identifico con ese colectivo. La gente cuando se siente apelada genera una conexión fuerte”, señala.
Música tradicional como “inspiración”
Por ello no es de extrañar que, en lo musical, su proyecto beba constantemente de la música tradicional, pero huyendo de etiquetas y buscando esa “simbiosis natural” que se da cuando elementos más modernos confluyen y participan de la propia tradición.
“Siempre me interesé por la tradición oral gallega, investigué mucho y vi que nuestras abuelas realmente cantaban sus canciones por escucha, por transmisión generacional, pero que también intervenían muchas cosas que estaban en su vida, como por ejemplo melodías que escuchaban en la radio. Eso ya era un elemento contemporáneo, pero que de forma natural convivía con otras melodías”, explica.
Mondra considera que la tradición “no muere” y no está “encerrada en una caja”. Por ello en su proyecto están todos esos elementos propios del mundo globalizado del siglo XXI, en el que se conectan diversos estilos musicales e influencias que forman parte de su “identidad” y “dialogan” con la tradición.
Como referentes menciona a Rodrigo Cuevas -con el que ya suelen compararle- y a todas esas artistas mujeres que hacen música en gallego, como Mercedes Peón, Sés o Guadi Galego, además de a las divas del pop norteamericanas. Sin embargo, reconoce que la artista que más le influyó últimamente fue Rosalía: “Si Rosalía no hubiera hecho ‘Motomami’ nosotros no hubiéramos hecho “ARDĒN” de ninguna manera”, revela.
Mondra señala que su nuevo disco es por tanto “ecléctico”, con una parte “más reflexiva e íntima” y otra “más festiva, de celebración”: “‘ARDĒN’ es una tierra muy afectada por la falta de libertades, pero al mismo tiempo las ‘ardentes’, que son las que viven en esa tierra, en la ‘folía’, ese espacio libertario, celebran y luchan por conseguir la libertad”.
Vínculo con otros artistas
“ARDĒN” habla de cuidados, de afecto. El mismo que le brindan toda una serie de artistas como Berto, Fillas de Casandra, Aída Tarrío (Tanxugueiras) o la brass band Brassica Rapa, que colaboran en el disco en diferentes temas.
“Antes de que el mundo nos conociera escuchábamos nuestros temas mutuamente. Hicimos un vínculo muy lindo. Hay una unión muy fuerte entre la gente que está emergiendo pero también entre la gente que lleva ya 20 años en la música gallega y que abraza a la gente nueva. Al final somos muy débiles, porque hay muy poca estructura”, declara.
El artista reivindica su trabajo y el de otros compañeros por crear una industria musical gallega “autosuficiente”, que pueda incluso generar “productos mainstream, de masas”.
“Nos gustaría poder ser el producto central de los gallegos y gallegas, como pasa históricamente en muchas otras naciones, que tienen su cultura y su lengua como elemento central. Tenemos esa hermandad porque nos falta esa estructura y hay mucha voluntad por generarla y por hacernos lo más fuertes posibles”, añade.
El teense asegura que el concierto en la Capitol será una presentación de su nuevo álbum “por todo lo alto”, en la que participarán todas las personas que contribuyeron a hacer grande su proyecto y que supondrá además “una renovación íntegra del espectáculo”, la “Folía das ardentes”.
“Tenemos algunas fechas para conciertos hasta final de año. Después haremos una parada en los meses de invierno para volver con intensidad el próximo verano”, explica Mondra sobre su futuro a corto plazo. A largo, como todo músico, le gustaría “poder vivir de la música dignamente”, que el proyecto “crezca” y que se convierta en su “oficio” tras un año de éxitos. EFE