Barcelona (EFE).- A las 17:14 horas de este lunes, al igual que años anteriores, ha arrancado la manifestación independentista convocada por la ANC con motivo de la Diada del 11 de septiembre, aunque marcada por el contexto de negociación de una posible investidura del líder socialista, Pedro Sánchez, por cuyas riendas pugnan JxCat y ERC al estar en juego asuntos de alcance para el independentismo como la ley de amnistía o la vía hacia la autodeterminación.
En la edición de este 2023, la manifestación parte desde cuatro puntos distintos de Barcelona (Estación de Sants, sede de Hacienda, Ciudad de la Justicia y Escuela Proa en el barrio de la Bordeta) para confluir en Plaza Espanya, donde a las 18:15 horas habrá un acto político.
Presentado por la escritora Iolanda Batallé y el activista y exlíder de Podem Catalunya Albano-Dante Fachin, contará con las intervenciones del presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Jordi Gaseni, el cantautor Lluís Llach en nombre del Consejo de la República, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, y la presidenta de la ANC, Dolors Feliu.
Los emplazamientos de partida de las cuatro columnas de manifestantes han sido escogidos por su simbolismo: la Ciudad de la Justicia para denunciar la “represión” contra el independentismo, la Escuela Proa para reivindicar la defensa de la lengua catalana, la Estación de Sants para protestar por la falta de inversión en Cercanías y la sede de Hacienda para denunciar un “expolio fiscal”.
Asistentes: de Pere Aragonès a Laura Borrás
A la manifestación acuden los cabezas visibles de los partidos independentistas, incluido esta vez el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ausente el año pasado, mientras que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, no asistirá porque ha dado positivo en covid.
Además de numerosas banderas ‘estelades’, entre los asistentes a la manifestación se observan carteles con lemas como “Los políticos hacen, los jueces deshacen”, “Govern dimisión”, “Independencia o dimisión” o “Aragonès no hace nada”, en sintonía con las críticas de la ANC a la estrategia negociadora del ejecutivo de ERC.
La manifestación será un termómetro para calibrar el poder de convocatoria de la ANC, después de que el año pasado ya empezara a percibirse cierta desmovilización ante la división independentista, que llevó a ERC a desmarcarse de la convocatoria por las críticas de los organizadores a su estrategia de diálogo con el Estado.
Las calles de Barcelona volverán a tomar el pulso a las bases independentistas, en pleno debate sobre si ERC y JxCat deben negociar la investidura del próximo presidente del Gobierno bajo la condición de que se apruebe una amnistía para los encausados por el ‘procés’.
JxCat: “resolver el conflicto”; ERC: “responsabilidad”
La presidenta de JxCat, Laura Borràs, ha afirmado este lunes que los ciudadanos “no piden investidura”, sino “independencia”, y ha advertido de que los votos de su partido servirán “para resolver el conflicto”, no para “apuntalar a gobiernos españoles”.
En declaraciones en la plaza Letamendi de Barcelona en el arranque de la manifestación independentista de la Diada, Borràs ha apuntado que los conflictos políticos “se resuelven políticamente” y en estos momentos “hay una posible oportunidad” para resolver el caso catalán “porque el Estado necesita alguna cosa de los independentistas”.
Borràs ha insistido en que Junts trabajará “en el marco que ha fijado” y que hará falta “un acuerdo histórico” para una posible investidura, a la vez que ha negado que su formación tenga “una nueva estrategia” hacia el Gobierno.
La de este año, ha dicho, es una Diada “diferente”, al ser la del impulso (’embranzida’) del independentismo.
Desde la cabecera de la columna de manifestantes que partía desde la Escuela Proa, en el barrio de la Bordeta, la vicesecretaria general de Feminismos y LGTBI y portavoz de ERC, Raquel Sans, ha apostado por aprovechar esta “oportunidad histórica” para “negociar la amnistía, la autodeterminación y el bienestar de la ciudadanía”.
Sans ha hecho un “llamamiento a la responsabilidad” para que el independentismo sepa aprovechar esta “fuerza brutal” que tienen los votos de ERC y JxCat para decidir la investidura española: “Seamos todos responsables, conscientes de la oportunidad que nos han dado las urnas”.