Bruselas (EFE).- El 1 de enero de 1958, coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Roma que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), nacía también un banco que 65 años después sigue siendo el principal brazo financiero de la UE y una de las mayores entidades de desarrollo a escala mundial.
El Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ya contaba entonces con la misión de “contribuir al desarrollo equilibrado y estable del mercado común”, busca nuevo dirigente y al puesto optan dos de las personalidades con más peso en la actualidad en Bruselas: Nadia Calviño, vicepresidenta española de Economía, y Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea a cargo de la importante cartera de Competencia.
Aunque no son las únicas pretendientes (Italia presenta, por ejemplo, al exministro Daniele Franco), sí que son las que tienen más opciones de cara a la reunión informal en Santiago de Compostela en la que está previsto que los ministros de Economía de la UE elijan a la persona que sustituirá al alemán Werner Hoyer a partir del 1 de enero de 2024.
Si una de las dos, Calviño o Vestager, resulta elegida, se convertiría en la primera mujer en dirigir el banco comunitario después de los siete hombres que han llevado las riendas de la entidad en sus 65 años de historia, pero el proceso no terminará en la capital gallega, puesto que después hará falta formalizar el nombramiento en los organismos internos del BEI.