En una operación conjunta entre unidades de Investigación Criminal, Inteligencia Policial y el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes en la capital de Colombia, Bogotá, se logró capturar a nueve traficantes y confiscar más de 480 kilos de marihuana. La operación, denominada Atlas IV, tuvo lugar en las localidades de Barrios Unidos y Usaquén, donde se llevaron a cabo varias órdenes de captura y se incautó una gran cantidad de estupefacientes.
En Barrios Unidos, tres hombres fueron detenidos mientras cargaban 13 lonas llenas de drogas en un automóvil. Esta importante incautación fue posible gracias a la información proporcionada por denuncias ciudadanas, que alertaron sobre la presencia de un centro de almacenamiento utilizado por delincuentes para abastecer el microtráfico en la ciudad. La cantidad de droga incautada equivale a unas 450 mil dosis con un valor de mercado de 1.845 millones de pesos, que ya no estará disponible para financiar actividades criminales en la ciudad.
Se determinó que la sustancia incautada provenía del departamento del Cauca y que la organización criminal estaba a cargo de transportar alrededor de 500 kilos mensuales a la ciudad, generando una renta mensual de alrededor de 2 mil millones de pesos. Los capturados contaban con antecedentes penales por delitos como actos sexuales con menores de catorce años, hurto calificado y agravado, entre otros.
Por su parte, la operación Apolo I llevó a cabo 15 diligencias de allanamiento y registro en la localidad de Usaquén, resultando en la captura de cinco personas por orden judicial y una más en flagrancia. Esta organización criminal tenía el control en los barrios El Codito, Villa Nidia y Verbenal, y se les encontró en posesión de un arma de fuego y cinco teléfonos celulares utilizados para intimidar y vender droga.
Se estableció que la organización obtenía una renta mensual de alrededor de 100 millones de pesos por la comercialización de estupefacientes. La banda estaba liderada por alias “nano” y sus miembros tenían antecedentes por hurto agravado, tráfico de estupefacientes, porte de armas de fuego, entre otros delitos.
Estas operaciones policiales representan un duro golpe a los grupos de delincuencia común que se dedican al tráfico de drogas en Bogotá, contribuyendo a la lucha contra el crimen organizado en la ciudad.