En el marco de la Operación “Esperanza” liderada por la Seccional de Protección y Servicios Especiales del Departamento de Policía Risaralda, se logró esclarecer el homicidio de un adolescente de 17 años de edad. Gracias al trabajo articulado de la policía Judicial de Infancia y Adolescencia, la Seccional de Investigación Criminal e Inteligencia Policial, y la Fiscalía 17 Seccional del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, se llevó a cabo la aprehensión de tres adolescentes por orden judicial, acusados de delito homicidio fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
Durante dos meses de labor investigativa, se utilizaron técnicas avanzadas de ubicación de celdas de comunicaciones, toma de registros detallados de llamadas, reconocimientos fotográficos, entre otras herramientas, lo cual permitió recolectar pruebas que vincularon a los adolescentes con el homicidio del joven de 17 años. Se determinó que los adolescentes eran consumidores de sustancias estupefacientes y que la víctima les debía dinero, lo cual los llevó a convidarle a consumir drogas en la vereda alta campana. En un acto de “reto” para ser aceptados en el grupo, uno de ellos, que nunca había disparado un arma, le disparó a la víctima, siendo posteriormente rematado por el menor de 14 años del grupo.
Estos hechos causaron temor y zozobra en la comunidad, especialmente porque la víctima estuvo desaparecida durante once días, desde el momento en que ocurrieron los hechos hasta que su cuerpo fue encontrado en la vereda alta Campana del municipio de Apía. Los adolescentes fueron puestos a disposición de la Fiscalía 17 Seccional del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, y se les ordenó medida de internamiento preventivo en un centro de atención especializado.
La resolución de este caso ha generado tranquilidad en la familia de la víctima y en la comunidad en general, pero también ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar el consumo de drogas y el acceso a armas de fuego en la población adolescente. La importancia de la coordinación entre las autoridades competentes y el uso de tecnologías avanzadas para la recolección de pruebas también se ha destacado en este caso. Es fundamental seguir trabajando en la prevención de la violencia y el delito entre los jóvenes, así como en la protección de sus derechos y el acceso a oportunidades que les permitan alejarse de situaciones de riesgo.